Paradas las máquinas
tras abortar telarañas,
vacío el cajón de talonarios,
sale a la calle romería
paseando santos
de milagro perdido.
El caos como opción
a la órbita desierta
sólo ofrece pánico
sin solventar latrocinios.
El confesionario está
en tierra extraña,
no absuelve penitencias
de pobrezas convenientes
y no hay fórmula
para el pan ácimo que nos ofrece.
Miente el escaño
y te estafan en boletín,
y el rebaño de lobos heridos
no deja de ser grey
en pasto seco.
tras abortar telarañas,
vacío el cajón de talonarios,
sale a la calle romería
paseando santos
de milagro perdido.
El caos como opción
a la órbita desierta
sólo ofrece pánico
sin solventar latrocinios.
El confesionario está
en tierra extraña,
no absuelve penitencias
de pobrezas convenientes
y no hay fórmula
para el pan ácimo que nos ofrece.
Miente el escaño
y te estafan en boletín,
y el rebaño de lobos heridos
no deja de ser grey
en pasto seco.