martes, 25 de septiembre de 2018

SÁBANAS TRENZADAS.

En las postrimerías del viento sur 
hallé tu cuerpo de espumas, 
experto en lunas 
y suspenso en la incidencia, 
para empezar batallas perdidas 
de sábanas trenzadas 
en oleajes bravos 
de ansias del deshielo. 

Supimos del remolino 
y de lo torrencial a destiempo, 
de los pulsos, 
los avariciosos jadeos 
y la sal que destilamos 
en la hondura. 

Asesinamos los dioses 
a saliva viva 
para eludir la autoridad subrogada 
y construir sin licencia. 

Las fiebres retornan 
a cada ciclo 
para que nos arrasemos la piel 
alimentando la esencia. 

jueves, 20 de septiembre de 2018

DE BODAS Y FUNERALES.

Voy de boda a funeral 
como el que cruza la calle, 
mirando a cada lado 
por no quitar protagonismo. 

Dice mi médico que se me ve bien, 
lo cual es de agradecer 
pues tiempo hace que ni me miro, 
de hablar ni hablemos. 

Acato órdenes y requerimientos 
como el que va a misa 
a masturbarse, 
pecando a quemarropa. 

Tengo la líbido escondida, 
agazapada, 
lista para la emboscada 
cuando toquen a rebato 
y me encuentre acuartelado. 

ASUMIENDO MIERDA.

Y voy yo y me estampo, 
ajeno a la melodía 
que me asfixia de gente. 

No debería vivir, 
seguramente, 
por tanto que molesto 
en mi sustancia. 

Vocación de estorbo, 
debo dejar sitio
hasta en mi catre. 

Tengo llave para la risa, 
será prudente 
ausentarse 
de esta comedia 
que no ensayé. 

domingo, 16 de septiembre de 2018

VIAJERO.

Me deslicé por la arena 
de los relojes más lentos 
y caí como llovizna 
a la antípoda de aquel tiempo. 

Tuve que escalar 
aquella duna violenta, 
entre tornados de polvo 
que aspiraban toda pérdida, 
pero encontré caravana 
de nómadas de buen grado 
que me mostraron oasis 
de dátil tierno y agua azucarada. 

Hoy vivo en el reverso, 
a pasa página 
y epílogo no urgente, 
instalado en la esencia de la estancia 
donde ser es lo único. 

sábado, 15 de septiembre de 2018

LO SUPE.

No reconocí el aire viejo
de tus palabras plegadas. 

Vi las horas moribundas 
que te rodeaban 
y supe de la pérdida del tiempo, 
del extravío en que consiste 
respirarte. 

No ha lugar 
para la réplica 
a un parlamento triplicado 
a doble espacio, 
multivérsico en divergencia. 

Allá usted con las auroras 
y los ocasos robados, 
viva del trino 
de los jilgueros peregrinos. 

miércoles, 12 de septiembre de 2018

GRANITO EN ROSCA.

No soy más que el espacio que ocupo, 
un susurro al paso, 
un accidente geográfico, 
estatua de sal 
disuelta en lluvia. 

No más que algo tangible a veces, 
con lo que tropezar en un descuido, 
eludible siempre. 

No soy a tener en cuenta, 
más que prescindible, 
a quien dar de comulgar 
granito en rosca. 

sábado, 8 de septiembre de 2018

DEL AIRE.

Del aire llegan palabras sucias, 
impregnadas de la hiel de lo cainita. 

Replicantes de evangelios 
sermonean odios desde montañas huecas. 

El progreso no viste túnica apostólica 
ni boina guerrillera, 
que es la ciencia y la razón 
quien nos redimirá de las matanzas. 

No hay idea válida en el versículo 
y poco resuelve el manifiesto. 

Tenemos más luz en un terminal móvil 
que en vuestras bibliotecas coloreadas 
de dialécticas vencidas. 

Abandonad las trincheras 
y trabajad por el bien de la gente 
en este tiempo y hora, 
pues no ha lugar ni contexto 
para unicornios azules. 

jueves, 6 de septiembre de 2018

ESTO

Hay diluvios de esporas 
de estupidez involutiva 
germinando en los sofás 
y en las barras de las tascas. 

En pantalla de todo formato 
se vierte el vómito como síntoma 
de la peste moderna 

No nos absuelve 
del vacío y de la rabia, 
ninguna cerveza perdida.

Y abunda la idiotez 
sin aludida sentirse, 
como norma asumida,
como penitencia 
a esta especie 
que cuánto mejor 
hubiera haber sido.


domingo, 2 de septiembre de 2018

PÉRDIDAS.

De algún río de añoranzas 
saltaron peces de ensueño 
que mueren en las orillas 
de aridez de branquia. 

Del árbol de la ciencia 
se desplomaron tórtolas osadas, 
abatidas en desobediencia 
por cartuchos de ignorancia. 

De alguna pradera de esperanza 
caballos verdes volaron 
a galopar las ciudades yertas 
que reviven al redoble. 

Se pierde tanto en el trayecto, 
tanto se cae de toda altura, 
que el tiempo se pliega 
por el eje 
de un reloj enloquecido.

SIN VERSOS EN LAS YEMAS

Se marchitaron los brotes  de versos en las yemas de estos sarmientos,  gélidos de la nevada,  y el racimo es promesa por incumplir.  No abu...