sábado, 30 de mayo de 2020

CIERTA MELANCOLÍA

Todavía hay quien recuerda aquellos días
de las golondrinas en las manos
que exploraban bajo las camisas los pliegues
donde anidar un rato.

Las noches de concierto y humo prohibido,
humedades robadas a lengua en torsión
y los salados sudores que dejaban regusto
en los labios al volver a casa,
donde soñar evocando glorias
de las pieles tersas.

Todavía hay quien recuerda el litro
de cerveza compartido a morro y a veinte duros,
cuando reíamos en grupo
y llorábamos de dos en dos.

Cierta melancolía de la tibieza
sobre la hierba amurallada,
el espontáneo estallido de pasiones concertadas
en el subterfugio de la mirada. 

jueves, 28 de mayo de 2020

OLOR A CABALLERIZA

Empieza a hacerse insoportable
el olor a caballeriza
y a cuero rancio de fusta mal curtida,
a estiércol no retirado
por los mozos de cuadra más ariscos.

No está la pólvora tan mojada,
pues lleva sin llover más de dos meses
mientras se izan los pabellones en las alabardas.

El pan de masa madre se torna chusco de trinchera
cuando las colas ya no son en los colmados
y el hambre es más que adivinada.

Qué mejor que una pandemia
para cultivar los trigos más plomizos,
para hacer del odio obleas de comunión.

Nada hay como los ataúdes diluviados
para alimentar la rabia intensa del asustadizo,
del que nunca temió por lo que siempre tuvo,
ajeno a las carencias del servicio.

Si es el hemiciclo taberna
donde insultar a las parentelas,
qué no esperar de la gente extraviada
en un tiempo extraño.



martes, 26 de mayo de 2020

SOBRE LAS DISTANCIAS

En tanto se desperezan los cadáveres,
siempre mal contados,
siempre solos en los abismos de la curva,
la mordedura se crece
como afición favorita y las mentiras,
las mentiras son parte esencial
de la dieta diaria para el metabolismo básico
de los cainitas y los abelitas.

En tanto se muere menos
menos se es
y más nos hacen.

No, no soy equidistante
pero qué cojones os importará
las distancias que yo me marco,
que es transfronterizo el pensamiento,
multilateral y polícromo,
para que vengáis a coserme símbolos
a mi camisa confinada.

En tanto más queramos salir
más querrán aparcelarnos,
alambrarnos en monosílabos
o balbuceos programados.

En tanto más cómodos,
más tragaremos ruedas
de molino,
esculpidas en canteras de ignominia.



viernes, 22 de mayo de 2020

ALARMA SIN PACTAR

Me he pronunciado,
hasta el hartazgo ajeno,
hasta el hastío propio
y mejor pauso,
que otras prioridades me rodean
y es más que prescindible mi ruido
entre tanto latón
y redoble de loza.

Bueno sería que no muramos
en lo colectivo,
que no nos matemos
como bien sabemos
y quede todo en el ladrido.

Salid a la calle sin miedo
en solidario,
en responsable gesto
que no enferme a los demás,
que no mate más
de lo matado
y evitad las jaurías de la rabia.

Tanto nos mienten,
tanto nos venden,
tanto nos roban
y nos azuzan a la mordedura
mientras hacen balance de poder
contra cadáveres.

Me he pronunciado tanto,
por encima de mis posibilidades.

Seguiré en el verso suelto,
desconfinado,
desescalado de cualquier fase,
que mis ascensos
y descensos van por otra escala
y mi estado de alarma
es de alarma sin pactar.



EL AIRE QUE SE NOS CAE

En el aire que se nos cae
cuelgan las prendas mal lavadas,
las que no secan
jamás,
las que guardan olores comprimidos
de los cuerpos comprimidos.

Filtramos las palabras
en mascarilla higiénica
de manufactura emprendedora
que activar debemos
la economía mía,
mía,
economía de guerra,
extraperlo.

En el aire que se derrama
gotean las ansias hidroalcohólicas
que nos dejan manos
de Pilatos postmodernos.


martes, 19 de mayo de 2020

EN CLANDESTINO

Saliendo casi en clandestino,
furtiveando cerveza
en terraza a la distancia,
charla breve
entre embozados.

Y este aire que se me regatea,
como insistiendo,
recordándome de lo que vengo
y a lo que voy.

De vez en cuando algún idiota,
algún abanderado de la cruzada
en pantalla reconveniéndome
mis exabruptos inofensivos,
cuando no amenazando
a quien nada ya teme.

La plaga de las jaurías
de este tiempo de guerra encerrada.

Cruces de San Andrés
para tercios de taberna,
patriotas de letra estrecha
y banda ancha. 

LOS MATICES EN EL CLÁSICO

Es estridente el ruido
de los vacíos cuando no sabes.

No sé qué se dará,
qué no,
cuanto y cuando
que el porqué no lo cuestiono
en tanto no es.

No quisiera ir a nada,
la prisa no me invade
mas no sé si ver quiero
lo que se verá a no tardar
en estas cercanías.

Es estridente el ruido
y su ausencia.

Los interrogantes danzan
pero sabemos en qué acaba
la pieza ejecutada.

Clásico es en redifusión continua
pero sorprende cada escena,
la nota alterada
y los matices
a lo ya aprendido.

Gozar los entreactos
y hacer mutis sin sobreactuar. 

sábado, 16 de mayo de 2020

JULIO ANGUITA IN MEMORIAM

Palabras de luz esculpida 
a escoplo honesto 
de cantero de las ideas. 

Perfil etrusco 
de verdades arcanas, 
califa griego 
de las ágoras más libres, 
Andalucía ilustre 
e ilustrada 
para ilustrar al mundo. 

Frente cristalina 
al lado del jornalero 
de sudor robado, 
maestro erguido 
en el aula 
multiplicando libertades. 

Admirable y admirado 
en casi siempre, 
en casi todo. 

Humilde verso florido 
que no arraigaba en las doctrinas. 

Se fue Julio nuestro, 
de esta España amarga 
que lo forjó de metal noble, 
heredero de viejos plomos. 

miércoles, 13 de mayo de 2020

HIJO DE LAS PENDIENTES

Desescalaré por los versos
como quien rueda por la escalera 
de un inmueble ruinoso, 
tras visita inexcusable, 
ineludible y odiosa. 

Me deslizo en tobogán 
por el metal más desinfectado 
en caída nunca libre. 

Esta montaña rusa 
no despeinará ya 
la melena que un día fue. 

El vértigo a mí no acude, 
no me inquieta la caída 
y el destino bien puede ser valle 
o lecho de río muerto 
que igual dará 
donde mi osamenta tope. 

Hijo soy de las pendientes 
y la llanura fue excepción 
en mi transcurso. 

martes, 12 de mayo de 2020

HORAS DE ARENA


En ocasiones... el peso, 
el peso y la espesura 
cuando la nada acecha. 

En ocasiones... el yunque, 
el yunque bajo el martillo 
y el acero que no ablanda 
a compás flamenco 
de martinete de fragua, 
quejido hondo 
de quien quejar no suele. 

En ocasiones... la rabia, 
tras el miedo la rabia 
de la respuesta que no es 
y el tono bifurcado 
en melodía de espera, 
siempre de espera 
hasta la fuga en el continuo. 

En ocasiones... ya valiera, 
ya valiera lo tanto, 
lo poco, 
lo nada. 

En ocasiones... el tiempo, 
el tiempo que sea, 
el que quede, 
el que proceda, 
el que bien caro se vende 
cuando las horas son de arena. 

lunes, 11 de mayo de 2020

DÍAS QUE INTERROGAN

Estas noches robadas
a los días que interrogan
cocinan incertidumbre al vapor
de lo posible,
de lo engendrado en biología
que marcará el tiempo más tasado.

No saber qué se sabrá
ni qué habrá de lo que se sepa,
pues la certeza es mentira siempre
cuando sabes bien que nada sabes.

Esta noche está moldeada
con el barro primigenio
de funerarias vasijas,
tinajas como vientres
que gestan los finales.

Vendrá mañana a cara lavada
en agua fría de viva fuente
a cantar las verdades
que se coagulan en la firma final
de este contrato.

Llegará el día y la llamada
a un teléfono tan castigado
que descarta los buzones. 

PUEDE SER QUE MAÑANA

Puede ser que mañana
nos reconozcan los pájaros
y vuelvan a atemorizarse a cada mano
que pan ofrezca.

Puede ser que mañana ni sea
para mucha gente que espera
otros renglones,
otros ángulos graduados
sin el pánico en el arco.

Y será la fase
la base
para lo que no sabemos.

Cerrar los ojos y nadar
en los abismos que vendrán.

Puede ser que mañana
los árboles no quieran ni abrazarnos. 

martes, 5 de mayo de 2020

PECES SIN DERRAMAR

Hay infinidad de peces sin derramar
en los tuétanos del ansia antigua.

La piel es envoltura seca
de todo lo que hay por dar
y las manos son torcidas raíces
que se infusionan en gel hidroalcohólico.

En tanto esto,
la vida sigue o no
y se hace insoportable el ruido
de los ternos delegados
y los pregones a cada hora.

Los jilgueros trinan con sorna
al ver las máscaras de las nuevas aves. 

domingo, 3 de mayo de 2020

CÓMO NO ESCRIBIRTE HOY


Cómo no escribirte algo,
madre mía,
en estos días extraños que nunca vimos,
y mira tú lo que pasamos.

Cómo no escribirte algo
desde estas canas que ya hasta huyen,
desde el encierro en que nos vemos
cuando más libres nos debíamos.

Cómo no escribirte algo a ti,
flor que me hizo fruto
que aciduló con el tiempo pero a causa suya.

Sale de ti lo bueno que hago,
los versos son tuyos pues tú me forjaste
a fregona honrada en portales y nobles pisos,
mientras el infierno se fraguaba
en las noches cárdenas.

Cómo no escribirte a ti,
que un poco mueres
siempre que la muerte nos roza
y bastante de ello te fuimos dando.

Cómo no escribirte a ti,
leona madre de una manada brava
y dispersa en las geografías.

Cómo no escribirte ahora,
cuando más mereces,
cuando nunca mereciste menos.

©️Juan Luis Nepomuceno


sábado, 2 de mayo de 2020

FALTA DE INTERÉS

No tengo mucho interés en la calle de las mascarillas, 
de los metros pautados y los encuentros huidizos, 
desolándome quizá más 
la nueva realidad de la anormalidad regulada 
que el cautiverio cierto. 

Pero son las circunstancias y estos tiempos, 
esta ola que nos barre el ánimo, 
los deseos y las posibilidades. 

La vida de momento está, 
y poco no es en según qué casos, 
empujando hacia las puertas 
que ya no eran ni sabidas, 
hacia el aire hostil y la gente hostil 
por vocación o precauciones. 

Este salón ya me detesta, 
la casa me bosteza a cada paso, 
a cada llanto esporádico 
de primate sensiblero. 

Nos veremos, sé que nos veremos todas, 
todos y sabremos de los que faltan 
para cargarnos de arenas la entraña. 

viernes, 1 de mayo de 2020

CIERTA INDIGENCIA

No me quedan momentos sueltos
en los bolsillos ciegos
para pagar la estancia
en este salón tan gastado.

Murmura el televisor
de fondo las mismas fábulas
con moralejas de serie
mientras yo tecleo
lo que mi mente indigesta
vomita a cada nada.

De tontos es consuelo
saberse uno más
en la tormenta de la sandez.

Estornino en la bandada
ondulante
de falso vuelo
con las cortadas alas
del ave de ornamento.

Llega la hora de la ovación
y me suena hueca,
como lluvia premeditada
para barrer las calles
de las octavillas más falsarias. 

SIN VERSOS EN LAS YEMAS

Se marchitaron los brotes  de versos en las yemas de estos sarmientos,  gélidos de la nevada,  y el racimo es promesa por incumplir.  No abu...