Bañado en tiempo
más que suficiente
para que las mareas no mojen.
Ajeno a las corrientes
e impertérrito
ante avatares posibles.
Transitando el oleaje
a pie,
paso lento
y expectante,
sabedor de la gaviota
que sobrevuela,
a punto
para la última llamada.
No hay quien te salpique
de alegrías vanas
o lágrima a destiempo.
En soledades,
nadador de fondo
en el océano vivido,
Ya no preguntas por qué,
sino cuándo,
en qué marea
fondeará tu barca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.