En las noches densas
de duermevela turbio
suele venir,
enmarcada en la puerta
cual lienzo del diecinueve,
blanco nupcial
en vestido ajado
y rosas negras de cartulina.
Estática y serena.
¿Yá?,
pregunto
en susurro.
No,
aún no
pero sabe de mí.
Sé de tí,
contesto,
asumido,
sabedor de lo cierto,
lo único cierto.
Sonríe leve
y me deja.
Concilio el sueño.
viernes, 22 de octubre de 2010
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