Una revolución seca,
individual y virulenta,
se fragua en mi cabeza
como un acero espejado,
limpio y neto.
Sin masa,
sin horda ni jauría,
sin pastores ni corderos,
la actitud como granada.
Será demencia el desatino
mas la locura salva
de la razón falaz,
gelatinosa celda.
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