Empapado de sur,
de luz y viento,
de redoble colorido
y voces en quiebro,
retorno al norte
donde la nube habita
y el verdor es hábito.
Dejo las herraduras
de las moriscas arcadas
y la reja en arabesco
para volver a la ojiva
o al medio punto
en sillería.
Las aguas lentas
de los ríos amplios,
cambio por el torrente
y las espumas fieras.
De la soleá
a la toná
hasta próximos recesos.
viernes, 14 de marzo de 2014
De la soleá a la toná
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Mola
ResponderEliminarGracias
EliminarMola y mucho
ResponderEliminarMuchas gracias
Eliminarexcelso
ResponderEliminarGracias, Miche.l
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