Hay sol conciliador
en las mañanas de invierno
y atisbos leves de que algo pueda ser.
Pero el estiércol,
a la vez que abona,
regala hedores
que espantan voluntades.
No me mientas,
ni piadosamente es aceptable.
Los credos adormecen,
porque acomodan.
Déjate de orbitar brazos
e intentar ganarme con pasiones
a frase hecha.
Conozco los versos
de los guiones convenidos.
Responde sin salmos
que el nuevo hombre no precisa.
No preciso ritos,
que somos de aguas claras,
sin versículos.
domingo, 17 de enero de 2016
Dudando.
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