Que conste
que no hay más piel
que el terciopelo,
robado a oscuras,
de tus pétalos de llama.
Que son mis cueros
tu abrigo,
curtido cuero
a pura sal viva.
Si bien es cierto
que arañé más lunas,
no quedan más halos
en mis uñas
que los hurtados
a tus temblores.
Soy del día,
recién hecho
en tus hornadas,
para tu comunión
a domicilio.
martes, 24 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
SIN VERSOS EN LAS YEMAS
Se marchitaron los brotes de versos en las yemas de estos sarmientos, gélidos de la nevada, y el racimo es promesa por incumplir. No abu...
-
Me llegan cantos de terrón en voz de musgo, en voz de ave que sortea los pentagramas volando desde la entraña para arroparme en el duerm...
-
Entre años raros te despliegas en esplendores de esperanza. Entre meses raros y terminales de nuevas eras te proclamas plena, tú, peque...
-
La hojarasca borra todo el sendero y los árboles no avisan, como intentan los semáforos tras la nevada urbanita. La importancia de las s...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.