En la casa del asesino
los cuchillos dan la hora
y en el filo esconden
las auroras.
En la casa del demente
las toallas cantan arias
de óperas asincopadas.
En la casa del cura
la despensa se reclina
empachada de pecados
bajo velo nupcial
de cadáver al santo óleo.
En la casa,
las cosas,
de casa son,
quedan en casa.
domingo, 7 de julio de 2013
En la casa
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