Tenía que venir
el tiempo del fin de los silencios,
de siempre asentir.
Y entonces surgió
un supuesto posible remedio
a la desolación.
Y mira que yo
me resisto a creer como un necio,
pues la fe me empalaga.
Veo mejor
comprobar si no hay precio,
si esto tiene enderezo
pues ya estamos en bragas.
Mejor será probar
algo nuevo en lugar de este ruedo
de locos de atar.
Quizá fracasar,
pero hay que apartarse del miedo
para prosperar.
No podemos más,
quedarnos a rogar a ese cielo,
postrados de rodillas.
Hay que andar,
que nos roban el suelo,
nos niegan todo vuelo
y apalancan las sillas.
Puede ser clavo ardiendo,
pero ahora mejor es quemarse
que ahogarse riendo.
Poner el remiendo
a ese traje que quieren cortarse
los otros mintiendo.
Habrá que plantarse,
barajar de nuevo las cartas
sin que estén marcadas.
Y a cortar
de nuevo la tarta,
tirar de la manta,
echarlos a patadas.
domingo, 16 de noviembre de 2014
Por qué no.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
SIN VERSOS EN LAS YEMAS
Se marchitaron los brotes de versos en las yemas de estos sarmientos, gélidos de la nevada, y el racimo es promesa por incumplir. No abu...
-
Vestido de túnica de lluvia terca y constante, hago visitas programadas de protocolos de delirio. Sociedad, social, sociable, soci...
-
Entre años raros te despliegas en esplendores de esperanza. Entre meses raros y terminales de nuevas eras te proclamas plena, tú, peque...
-
Yermo en palabras, catastrófico en versos, me derramo por los días en vertido silencioso y ajeno casi a esta atmósfera que improviso de ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.