Con las alturas soñamos
y simulamos las órbitas.
Vuelo en anhelo,
levedad ansiada.
El giro nos condiciona
y hacia el ciclo va la inercia
de nuestro transcurrir fallido.
Afán de ángeles huérfanos,
alados y justicieros,
guardianes de lo mortal,
lo efímero y certero.
El tiempo,
presuntamente circular,
nos devuelve artefactos
en que retar lo humano.
Centrífugos,
prófugos hacia la estrella
cuyo polvo nos forja.
Rueda,
gira,
danza en el rito circular
de la esfera peregrina.
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