miércoles, 16 de noviembre de 2016

HORAS DE HORMIGÓN.

Rota el planeta en horas,
horas de hormigón licuado,
en las que nadamos fieros
a bocanada seca de aire
del que no transcurre.

Sobre el Madrid hospitalario,
clínico,
un sol de invierno
templa los temores ahumados
por sobrantes cigarrillos.

Murmuran las puertas correderas
historias de un día
y el hilo siempre es leve.

Pinceladas verdes
salpican las salas blancas
de esperanza rigurosa.


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