También son días para burocracias,
pues conviene ejercer cambio de estado,
tres veces lo he alterado
el tiempo que me ha dado.
No es vicio este afán escriturista,
pero procede asentar las evidencias,
pues hubo convivencia,
ahora viene penitencia
de horas de hospital, sala de espera,
velando el sueño a este carcamal
que nunca fue normal,
ni siquiera al enfermar.
Nuevo carnet, misma identidad,
a la tarde sofá y pelis repuestas,
preguntas sin respuestas,
una práctica al violín.
que nunca fue normal,
ni siquiera al enfermar.
Nuevo carnet, misma identidad,
a la tarde sofá y pelis repuestas,
preguntas sin respuestas,
una práctica al violín.
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