Disipadas las pirotecnias
en la agonía del espumillón
vuelve el frío del día común
de otro año incierto.
En los propósitos
uno sólo,
absoluto, humilde y,
a pesar de ello,
pretencioso:
Vivir cada mañana
desayunando luces,
cenar atardeceres
y pasear las noches.
Vivir la gente,
la amada y la presente,
la ausente
en la memoria
y que amar no duela.
Vivir lo que quede,
lo que tercie
y bien proceda.
Vivir al cabo.
en la agonía del espumillón
vuelve el frío del día común
de otro año incierto.
En los propósitos
uno sólo,
absoluto, humilde y,
a pesar de ello,
pretencioso:
Vivir cada mañana
desayunando luces,
cenar atardeceres
y pasear las noches.
Vivir la gente,
la amada y la presente,
la ausente
en la memoria
y que amar no duela.
Vivir lo que quede,
lo que tercie
y bien proceda.
Vivir al cabo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.