Debo remar más fuerte,
desviarme de corrientes
escapando del natural flujo,
rehuir la orilla
y el pedregal donde varo.
Debo llegar,
llegarte y llegarla.
Llegarnos bajo el puente
donde guardar la barca,
antes de desembocar
perdidos en la resaca
de un horizonte plano.
Mis hombros descolgados,
desanclados por tercos,
se duelen por el lastre
mas avanzan rotando,
mechando la carne agarrotada.
Debo rasgar el río,
dividirlo haciéndolo sendero
para seguir camino,
oreando al sol tardío
las ropas y los huesos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.