Van desfilando las flores,
con sus penachos de abejas,
los sótanos de tus balcones,
honores para tu alteza.
Tu alteza de pueblo llano,
de barrio de verde y negro,
de tejas de pelo cano
y aceras de gris de cielo.
Del cielo de tu sonrisa,
tu afán de alegría en verso,
la paz que se te desliza
por piel reclamando beso.
Un beso de mil acentos,
casi todos emigrados,
acento prejubilado
de mina, tabaco y viento.
Viento dulce entre la mata,
mata, colcha de escombrera,
de tonada triste y fiera,
voz en crudo, atea y santa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.