Cierto es
que no es mi amor
de azucarillo,
que mi dulzor
es de solera,
fermentado y quieto
en barricas intensas.
Cierto que no soy
amante de estribillo,
épico mártir
de pasiones
bajo balconadas furtivas.
Cierto es que soy
más ascua
que incendio,
no soy playa atardeciendo
pero puedo ser acantilado
devorando olas fieras.
No soy gran éxito,
que es mi verso gris,
levemente tornasolado,
sin florestas
ni volantes arabescos.
Pero amo al roce,
a la sonrisa mirada,
y doy la carne
y el afán de ser conjunto.
que no es mi amor
de azucarillo,
que mi dulzor
es de solera,
fermentado y quieto
en barricas intensas.
Cierto que no soy
amante de estribillo,
épico mártir
de pasiones
bajo balconadas furtivas.
Cierto es que soy
más ascua
que incendio,
no soy playa atardeciendo
pero puedo ser acantilado
devorando olas fieras.
No soy gran éxito,
que es mi verso gris,
levemente tornasolado,
sin florestas
ni volantes arabescos.
Pero amo al roce,
a la sonrisa mirada,
y doy la carne
y el afán de ser conjunto.
No me preguntes cómo he llegado hasta aquí (se han dado una serie de casualidades) absolutamente maravillosas puesto que ahora estoy al filo de tus poemas y encantada de haberme "perdido".
ResponderEliminarMe gusta cómo escribes, así que si me lo permites me quedaré por ésta tu casa.
Un abrazo.
Bienvenida, está usted en su casa.
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