De la caricia al veneno
hay membrana leve
permeable a lo nocivo.
Porque ambos nunca son uno,
por más que cante un poeta,
sino planetas cercanos
de aleatorias gravedades,
de incómodas órbitas
y satélites añadidos.
Difícil puede hacerse
y transcribir melodrama.
Incidir en eclipses
e invocar cataclismos.
La cáustica en desayuno
y manteles de lija,
sábanas escarchadas
de hielo muerto.
Tejer alambrada
no ayuda al armisticio.
Igual no hay pesa
que equilibre el fiel
cuando se engorda el lastre
hasta el colapso.
sábado, 14 de septiembre de 2013
De la caricia al veneno
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