Que me cuentan,
niña,
de tus azares de aire
y me dicen del rumbo
en que deriva tu chalana.
Que me dicen
que no crea,
que las palomas mienten
en cada arrullo.
Y paloma me eres,
niña,
de mis cornisas
y no hallo las rutas
para tus vuelos.
Y es que hablan,
niña,
sólo si duele,
y como dueles,
niña,
como el desgarro,
escucho aleteos
de polillas disecadas.
viernes, 8 de noviembre de 2013
Que me dicen
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