Tu interés será
el negarme,
carne mía.
No puedo hacer más
ante tus desaires.
Te lloro
lo que me ignoras.
Impresa estás
de tinta heredada.
Tú tendrás que ver.
Allá tú.
Abierta la puerta.
Cerrada la tragadera.
En el silencio estaré
a tu llamada.
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