He visto las dunas
por sábanas fieras,
navegué las pieles,
bebí las fronteras
y el néctar de la redención,
mas tu sabes que yo
colgaré mis zapatos
en hilos de lluvia,
soliviantaré charcos
que duermen a oscuras
y quizá, a lo mejor,
tras la pena, la flor.
Haré casa en tu valle
sembrando ventanas,
cortinas de niebla
huídas de mañana,
mi locura en porción,
tras la rabia el amor.
martes, 1 de abril de 2014
Tras la rabia...
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