Al sur del día,
donde anida la idea,
hay sol rasante
que templa la palabra.
Al norte despiertas
forjando posibilidades
que, sólo al sur,
son consumadas
o huyen
de tu azaroso hacer.
Al sur del día
nunca es tarde
y el tiempo se carameliza,
dorando el instante
en que reparas
en que estás.
Al sur del día
también llueve,
casi a oscuras,
la humedad te reclama.
sábado, 31 de enero de 2015
Al Sur del día.
martes, 27 de enero de 2015
SUELO AMARTE.
El río.
Reconocido el río
que muere salino,
espumado en la cópula
con lo inmenso
de horizonte tallado,
océana sepultura
de las orillas visitadas,
los juncos violentados
y la preñez de peces.
Arrastrando sedimentos
de cuerpos lavados
en lujuriosa frescura,
sangre injusta y secreta,
desperdicios de suceso,
tiene el río páginas húmedas
de breve historia.
El río lleva
mas nunca trae.
lunes, 26 de enero de 2015
CARTAS DESDE LAS ISLAS.
domingo, 25 de enero de 2015
Domingo de plaza.
Es mañana de domingo
y en el templo no me esperan,
ya ocuparon las aceras
los puestos del mercadillo
y entre sus lonas, hoy frías,
desfile de pompa y galas,
corbatas y americanas,
carmines y pedrería.
Otra paseo, otra vuelta
al circuito de apariencia,
saludo con complacencia
al que tus miserias cuenta.
Homenaje al tibio sol
mientras que llega el momento
del vermut tomando asiento
o de pie luces mejor.
Qué es de tu vida María,
¿Cómo se encuentra tu madre?
Pues ya descansó, compadre,
mañana va hacer diez días.
Lo siento, no sabía nada,
¿y dónde tienes al marido?.
Lo tiene tu prima hermana
hace meses de querido.
sábado, 24 de enero de 2015
España negra.
Ensordecedor es el trino
del jilguero psicótico
que anida en los rincones
de la casa del arriero.
El arriero que transporta
retales de concha y agua
para los pueblos ciegos
de nieve pasteurizada
en la ambulante misa
del cura desencantado.
El cura que perdió
la fe por los portales
y en somieres desnudos
donde absuelve a la viuda.
La viuda que no fue
casi esposa del difunto
y varea, al aire altivo,
el colchón de sus virtudes.
Virtudes de pedrería,
del rosario más ajado,
de negadas fiebres
de torpe consuelo,
siempre culpable.
jueves, 22 de enero de 2015
Somos, a veces.
A veces somos
lo que otros dicen,
lo que otros ven,
reflejo de luz cruzada
en pantalla plana.
A veces somos
pretensión,
un terno ajustado
a formas en boceto.
A veces somos,
solos en taller,
la fallida arcilla en el torno
de un alfarero ciego.
A veces somos hueco
en la vasija quebradiza,
anhelo de fuente,
un afán desenfocado.
miércoles, 21 de enero de 2015
Velatorio.
Cosa curiosa es la muerte
por nada ser,
mas entidad damos
al irreversible paso
al no estar,
sustantividad se otorga
al predicado definitivo.
Rito a la memoria
ante el inerte envase,
ya vacío,
de los recuerdos amables.
Despedida de ya nada,
asunción de la ausencia,
pérdida en el contexto.
martes, 20 de enero de 2015
Firma al pie.
Casi un siglo
es mucha vida,
mucho andar,
mucho perder.
Memoria extensa
de guerras huecas,
errónea al final,
pero guardada.
El fin en apagado,
tenue fundido,
huye el aire
y se firma al pie.
domingo, 18 de enero de 2015
Día ajeno.
Era un día plagiado,
a otra vida sustraído,
un reflejo de tiempo ajeno
incoherente a la biografía.
Días fuera de fecha,
caducados a la mañana,
día improbable
pero siempre repetido.
Día muerto,
cruz de almanaque.
viernes, 16 de enero de 2015
TU FE.
tu fe me ofende,
me estremece esa cúpula
que acota el entendimiento,
esa asunción de lo irreal
que te imprimieron de infancia,
cuando la maravilla está en lo cierto,
en lo conocido
y en lo por conocer.
Soberbia
de no asumirse orgánico,
perecedero,
átomo en la inmensidad.
Dioses crueles,
genocidas,
pueblos elegidos,
prometidas tierras
que usurpar a sangre y fuego,
negar la idea y la razón
para afirmar leyendas.
Tu fe me niega,
me niega en tanto pienso,
en tanto aprendo,
será que soy yo
el que no es.
lunes, 12 de enero de 2015
MIEDO.
por estampido de bala,
el miedo no es libre
pues libertad sustrae,
pero temer no es pretexto
para la ceguera,
para la mudez más sorda
ante la vileza de los rebaños.
Y temiéndote te digo
que la razón te obvia.
Cuando la sangre es la palabra,
la muerte injusta te amordaza.
Tu fe sólo te ayuda
a despojarte de lo humano,
así, bestia desnuda de la idea,
discurso en mordedura
que ahuyenta,
sólo un instante,
la derrota cierta
a manos de voces libres.
El tiempo fluye
en contra de tus frenos,
el hombre mejora
y no habrá lugar para tus templos.
Ora si te place
pero no me acalles que,
aun temiendo tu delirio,
la palabra ejerceré a bocajarro.
domingo, 11 de enero de 2015
Concertado
Concertado,
quisiera estar concertado,
cumplir con lo acordado,
acomodado,
en cierto concierto
con lo estipulado,
lo convenido,
convencionalmente asistido
por el más común de los sentidos.
Integrado,
socialmente aceptado,
socializado,
distribuído,
equitativamente adjudicado,
a tu raíz adherido.
Asumido,
como sumando admitido
por tu cálculo aditivo,
adictivo,
a tu dictado sustantivo.
sábado, 10 de enero de 2015
Definitiva.
No des por sentado
todo lo aprendido
en la torpe ruta
de lo vivido,
lo transitado,
pues todo muta.
Todo computa
en esta libreta
tan apaisada,
lejos la meta
tras la disputa
con la manada.
No queda nada
tras esa muerte
que se adivina,
última suerte
asegurada,
definitiva.
viernes, 9 de enero de 2015
Niebla despejada.
lamía el Sena,
París lloraba.
Los profetas segaron
la espiga de la sonrisa,
sangre libre para los altares.
Una saeta azul,
a bala justa,
restablece libertad
y luces de ciudad.
Sigue, París, danzando,
melodía de Europa,
alas abiertas brillan
en la torre férrea
más ilustrada.
jueves, 8 de enero de 2015
Procedente blasfemia.
lunes, 5 de enero de 2015
Este hambre.
domingo, 4 de enero de 2015
El último tren.
El último tren,
fuera de horario,
te llevó sin más billete
que los males
de la enferma sociedad
a la que servías.
Sin vuelta es el viaje,
a veces,
para quien se entrega
al bien común.
Para quien callejea
paliativo,
por proteger prójimos,
ajenos a tus desvelos.
El último tren
no gusta de estos viajes
pero queda tu ejemplo
por los andenes.
Mi dorada placa
viste crespón
con tinte de orgullo.
sábado, 3 de enero de 2015
Docena.
Hoy es día de docena,
que años son para una pena,
pues pena me ofreces
y penarte es mi condena.
Creces como progresa
el ángulo necio
de la divergencia
que errónea trazas,
despreciando las manos
que te anidaron.
Mas culpable soy,
bien cierto es
que mía fue la fuga
del penal de los ruidos,
en el que cómoda pareces,
asumiendo el caos
y negándome en tu esencia.
Espectador seré,
si así lo quieres,
de tu medrar desde aquí al lado.
Cada tres de enero
te cantaré la nana,
desentonada y ronca,
que te arrastraba al sueño
entre mis dedos,
para que duermas, niña,
ajena a la presencia,
hasta que veas, niña,
que tengo manos tuyas.
Felicidades, niña,
felicidades.
viernes, 2 de enero de 2015
TEJEDORA
SIN VERSOS EN LAS YEMAS
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