Este hambre de racimos de lunas,
esta sed de sal de mar,
este ansiar que no remite
este querer sin notarial poder,
esta vida yerta,
esta muerte tan vital,
este día opaco,
esta noche lúcida,
este todo que es nada,
esta nada que todo colma,
todo es,
mas nada existe.
Prefabricado el verso
que vomito,
sin digerir la esencia,
tú que lo lees y te disturbas,
quizá me acuses de la estafa.
Quizá sea timo todo el verbo,
y la carne sea madera vieja.
Foresta seca quizá seamos,
cuando la idea llegó a la savia,
larvas soñadas
en febriles noches.
Pobre de tí,
pobre de mí,
tan solos entre galaxias.
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