Ahumados de forestales piras,
se alarga la noche
en la ciudad elíptica.
Ni llueve ni se le espera
y la criminal llama
devora maderas y almas
de tierra del llanto.
Viento sur,
tsunami de llamarada
y muerte en las Galicias.
Crujen los dorados hayedos
y el paisaje se disipa,
se funde en negro
con la tradición malvada.
se alarga la noche
en la ciudad elíptica.
Ni llueve ni se le espera
y la criminal llama
devora maderas y almas
de tierra del llanto.
Viento sur,
tsunami de llamarada
y muerte en las Galicias.
Crujen los dorados hayedos
y el paisaje se disipa,
se funde en negro
con la tradición malvada.
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