y de morir y de saber
que es todo muy triste a veces.
A veces el alud de lágrimas
te da la razón
y te deja hundirte,
convenientemente,
a fin de sanear las cañerías
de un ánimo devastado.
Una canción,
un verso roto,
una escena en blanco y negro,
te arrastra al horizonte de sucesos
de aquel agujero no tan negro
que quizá te lleve.
Y lo viscoso del ansia
te ahoga.
Porque tienes pena a mares,
a repartir,
que rebosa a ratos
en que nadar ya no es posible.
Bueno será desatar las cataratas
de los llantos retenidos
por subsistirse.
Bueno será resucitarse
después de esta sepultura
de ansiedad en rama
que a cada poco
tiene que hacerse notar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.