Y ahora viene,
el temblor y la angustia,
el respirar por norma
y el desear cualquier cosa
fuera de esta realidad tan necia.
Y bien quisiera huir
de este ser como es,
de este estar tan grave,
tan denso y espeso,
incómodo sin acomodo
en la norma actual.
Y me ahogo,
me duelo demasiado
de tanto evitar dolerme.
Pero viene,
sube la presión del aire.
La atmósfera es de mercurio
y duele el ser
tanto como un taladro
en un oído inflamado.
No pretendo en el relato
conmiseración,
que es sólo terapia propia,
pues vomitar letra
seda la angustia a oleadas
que me llega y me difunde.
el temblor y la angustia,
el respirar por norma
y el desear cualquier cosa
fuera de esta realidad tan necia.
Y bien quisiera huir
de este ser como es,
de este estar tan grave,
tan denso y espeso,
incómodo sin acomodo
en la norma actual.
Y me ahogo,
me duelo demasiado
de tanto evitar dolerme.
Pero viene,
sube la presión del aire.
La atmósfera es de mercurio
y duele el ser
tanto como un taladro
en un oído inflamado.
No pretendo en el relato
conmiseración,
que es sólo terapia propia,
pues vomitar letra
seda la angustia a oleadas
que me llega y me difunde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.