martes, 3 de febrero de 2009

ÁRBOL

Hoy sí,
hoy escribo
borracho,
ebrio de azares,
harto de aliteraciones,
empachado de lo mismo,
lo mismo,
lo de otros días,
lo asumible
mas no puedo,
no tengo,
no encuentro
lugar.
Sigo aqui,
no sé por qué,
pero sigo,
en la rama
débil,
fracturable,
escondido en la copa,
de un árbol hueco
resignado a otoños.
Y trino,
o gorjeo,
grito mudo,
en la tormenta
constante
de un clima
eterno.

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