Si es por querer quiero,
y tu entraña anhelo
y que me quieras así,
como hasta ahora viví,
con celo,
con fuego,
agua y miel en la hondura,
extraviarme en la espesura
y encontrar el faro de tu piel.
Que con tu piel hago libros,
páginas de versos locos,
los hay sutiles o broncos,
y es tu espalda lo que escribo.
Tu espalda como llanura,
como frontera de invierno,
alejándome del infierno
que es edén tu encarnadura.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
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