Morder el aire
para atrapar alivio
a la asfixia que impera
a cada absurdo cotidiano.
Y desafino en partitura
de dentera,
y no puedo ver adagio
en descarrilados acordes
de vías sin peralte.
Ansia que viene
y devora las mesuras,
pretendidas como cláusula
de un contrato amarillento.
Para qué las voluntades
en el papel pintado
con tintas en falsete.
No será hoy tampoco
el día de la alondra.
Fallecen ruiseñores dorados
al paso del graznido.
Será verdad
que la luna miente.
sábado, 25 de enero de 2014
Bocanada
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