Y llegan esos días en que me turbas,
me disturbas y alteras
el ritmo turbio que me sostiene.
Y llegan esos días en que perturbo,
me disturbo y vuelo,
ajeno al suelo
y me cuelo entre tu sábana inocua
entre tanto no se tiente
la cerradura latente
de tu dormir silente,
ausente y ferviente
en las batallas locas
del por vivir
cualquier noche.
me disturbas y alteras
el ritmo turbio que me sostiene.
Y llegan esos días en que perturbo,
me disturbo y vuelo,
ajeno al suelo
y me cuelo entre tu sábana inocua
entre tanto no se tiente
la cerradura latente
de tu dormir silente,
ausente y ferviente
en las batallas locas
del por vivir
cualquier noche.
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