Y es que no cura
la herida
a base de sal marina
ni a fuego nuevo,
que la herida late,
crece a ratos
y se contrae,
simulando cicatriz,
y vuelve a la apertura,
sonriendo a los dolores
del portador incauto.
Y no cura lo amputado
ni el implante,
que tanto duele resta
como suma,
cuando la suma no es
mas que un pagaré
sin firma.
Y es la estupidez
del herido necio
la que reparte
humores,
contagiando llagas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.