Esta vida rara,
anómala en esencia,
es el envase que nos precinta,
en el que rodamos
por laderas del tiempo.
Y es que duele,
vivir duele
desde el parto
a la agonía,
todo tránsito
desgarra,
todo amor
irrita,
por el roce
o por la ausencia.
Es así,
no hay vuelta
de hoja otoñal,
que la página
mas fina
también engrosa
el tomo.
Y son recreo
las soledades,
pausas lúdicas
de encuentro propio.
Y los miedos,
el pánico a los saltos,
al vacío en vuelo,
nos ciñe los arneses
que ahogan los momentos.
Mañana,
esta tarde,
dentro de una hora,
quizá el redoble,
el estampido
o el silencio denso,
el contundente.
Vivir es raro,
es anómalo,
es caída
y remonte,
es suspensión,
ingravidez
de pompa
de jabón cáustico.
Hay un único lugar
ResponderEliminardonde ayer y hoy se encuentran
y se reconocen y se abrazan.
Ese lugar es mañana.