Cuando se desmadejan las palabras
desentendiéndose de los percheros,
cuando tanto silencio descalabra
para beberse el gas de los mecheros,
es cuando procede una canción,
un verso, una mirada a plena voz,
un correo, una llamada,
una paloma acostada
en tu ventana,
a contraluz.
Cuando la soledad es medicina
para el mal de vida a contratiempo,
cuando te amenaza la cocina
y se escapan los dioses de los templos,
es cuando procede una canción,
un verso, una mirada a plena voz,
un correo, una llamada,
una paloma acostada
en tu ventana,
a contraluz.
Es cuando recuperas la razón,
la lisura perfecta del colchón,
brisas de madrugada,
sábanas oreadas
y tú acostada
a contraluz.
martes, 9 de febrero de 2010
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