Aun contando con la ausencia,
con lo implacable de los fines
diagnosticados y evidentes,
no se asume la carencia
hasta no consumar la esquela.
Entonces regresan los momentos,
las probabilidades perdidas,
el extravío de encuentros.
Rebobinado cruel
de imágenes y climas,
de estados de gracia,
de minutos grabados
en currículum.
Iré al rito
de la despedida cierta
y te mudaré
desde la entraña
a la memoria,
donde hallarás cobijo.
miércoles, 14 de agosto de 2013
Ausencias
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