Puede que pareciera
que se conjuran planetas
provocando mareas
de locura, así,
de vez en cuando,
en este cerebro mío,
errático amasijo
de incidentales vivencias.
Podría ser cierto
que la realidad disturbo
y dibujo garabatos
en paisajes de penumbra.
Podrá tener razón
aquél que de mi nocividad
oportunamente advierte.
Todo podría ser,
¿mas no será espejismo?.
Pero si fundamento ha
la certeza de mi demencia,
fundados son
mis osados desvaríos.
Vida soñada,
reflejo ondulado
de rostros cercanos,
canción de cuna,
réquiem de crisantemos.
sábado, 10 de agosto de 2013
Demencias cotidianas
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