Aquí nos vemos, hermano,
en un cruce sin señales,
en asfaltos de verano
de sombras accidentales.
Sigue mi vieja rueda
de kilómetros tatuados
y borremos la frontera
con el gas atemperado.
Mal de cromo,
gasolina,
río de plomo
es la vida.
Ruta nueva
cada día,
sol de seda,
luna fría.
No es el cuero la coraza
ni el acero es alazán,
nuestras gomas dejan trazas
por las rutas que ellas van.
Saludaremos las nubes
que acechan itinerarios
con sonrisa y una "uve'
con dos dedos incendiarios.
domingo, 18 de agosto de 2013
Motard blues
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
SIN VERSOS EN LAS YEMAS
Se marchitaron los brotes de versos en las yemas de estos sarmientos, gélidos de la nevada, y el racimo es promesa por incumplir. No abu...
-
Me llegan cantos de terrón en voz de musgo, en voz de ave que sortea los pentagramas volando desde la entraña para arroparme en el duerm...
-
Los propósitos en apósito y lo pendiente pendiendo en un tendedero a la deriva de los temporales. Con las cartas tan marcadas se confunde ...
-
La hojarasca borra todo el sendero y los árboles no avisan, como intentan los semáforos tras la nevada urbanita. La importancia de las s...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.