lunes, 17 de abril de 2017

EL DEGOLLADO. INSTRUCCIONES DE USO.

Puede que se den casos
en que el degollado se muestre
algo indolente, ajeno.
Son secuelas del degüello,
síndrome del muerto inconcluso.

A veces lo verá gritar en mudo,
nada grave,
impotencia verbal
y rabia carnal,
hasta asumir el hecho
de que no toda carne es verbo,
por mucho que el verbo
se hiciera carne.

Dele usted un pasillo
y caminará,
dará los pasos antes ahorrados
peregrinando a ningún sitio.

Invierta en auriculares
pues devora música
cuando se encapsula
e hiberna.

No es peligroso,
algún gesto leve
y cierta ternura
harán del degollado
compañía poco latosa. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comente si quiere que se publicará si me place.

SIN VERSOS EN LAS YEMAS

Se marchitaron los brotes  de versos en las yemas de estos sarmientos,  gélidos de la nevada,  y el racimo es promesa por incumplir.  No abu...