Indocumentado,
carente del visado
que da lo hecho,
no existo y estoy
en la invisibilidad.
Transparente a tus ojos
pero espeso,
cual gelatina amarga.
Tarjeta estampada
que da contingencia,
turno en la cola
de peregrino de ventanilla.
Sin verme
te incomodo
pues crees que el aire es tuyo
cuando a mí me trajo,
me empujó,
tu mismo viento.
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Es duro ser siempre un extraño, que te miren, te hablen, como a tal.
ResponderEliminarMe ha gustado.