Mucho suena
el rasgar de las cortinas
cuando el sol entra
a cuchillo frío,
seco,
a destiempo,
sin motivo aparente,
o no apreciado
por la torpeza
del despertar
sin brújula
que interprete los mapas
de los mundos ajenos,
los países amurallados
de silencio sin argamasa.
Y así deberá ser
o así estará escrito
pero no son maneras.
La historia no crece
a borbotón,
derramada sobre
los manteles,
así se vierte todo
y se mojan las rodillas
doloridas de escaleras.
Ignorar la pregunta
sin respuesta lógica
es el estribillo repetido
de una canción
desafinada a propio intento.
No son edades
para astenias de otoño
ni adolescentes rabias
de trasnochado acné.
lunes, 1 de noviembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
SIN VERSOS EN LAS YEMAS
Se marchitaron los brotes de versos en las yemas de estos sarmientos, gélidos de la nevada, y el racimo es promesa por incumplir. No abu...
-
Me llegan cantos de terrón en voz de musgo, en voz de ave que sortea los pentagramas volando desde la entraña para arroparme en el duerm...
-
Entre años raros te despliegas en esplendores de esperanza. Entre meses raros y terminales de nuevas eras te proclamas plena, tú, peque...
-
La hojarasca borra todo el sendero y los árboles no avisan, como intentan los semáforos tras la nevada urbanita. La importancia de las s...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.