¡Ay! de lo poseído
que deambula por aceras
que no apruebo.
Mas ¿posesiones quiero
o quiero lo que aporta
a mis vacíos?.
Dueño de nada,
de nadie menos.
Compañero siempre
respetando acuerdo,
mas uno,
al fin y al cabo,
lo que viene hecho.
No a la medida,
a imagen y semejanza
de lo pretendido.
Con el Sol hablo
si luz anhelo
y con el aire recio
si preciso fresco,
mas no pretendo carne
de Sol ni viento,
que hasta la fecha es tuya
la piel que ansío.
Y la mañana tardía
y la tarde dilatada.
La palabra diaria,
los silencios.
Hasta el reproche en hueco
cuya razón descifro.
Uno y uno
no son suma,
intersección al cabo.
jueves, 10 de octubre de 2013
Posesiones
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