Llega el día en que se te secuestra el aire
y te tornas polluelo en la bocanada,
hambriento de lo que te rodea
y buceas en seco hasta que llega la mano amiga,
te calma la agonía
y vuelves a la odisea al paso,
donde las sirenas cantan para que la nave encalle.
Es posible que hastíes del hastío de estío
y la vida se te espese,
se fragüe como hormigón de solera
y tanta fatiga no merezca sostener la osamenta
mutilada y mutante.
Entre tanto encuentros,
aleteos espumosos de afecto
que te asisten en lo desvalido.
Y no sé si sabré si será la mente
la que te estrangula porque no te crezcas.
Será lo que sea pero peor es no ser
en tanto se puede ser,
en tanto hay gorriones brincando en las aceras.
y te tornas polluelo en la bocanada,
hambriento de lo que te rodea
y buceas en seco hasta que llega la mano amiga,
te calma la agonía
y vuelves a la odisea al paso,
donde las sirenas cantan para que la nave encalle.
Es posible que hastíes del hastío de estío
y la vida se te espese,
se fragüe como hormigón de solera
y tanta fatiga no merezca sostener la osamenta
mutilada y mutante.
Entre tanto encuentros,
aleteos espumosos de afecto
que te asisten en lo desvalido.
Y no sé si sabré si será la mente
la que te estrangula porque no te crezcas.
Será lo que sea pero peor es no ser
en tanto se puede ser,
en tanto hay gorriones brincando en las aceras.
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