Qué mirada la del tuerto,
qué iluminado aquel ciego,
qué agilidad la del cojo,
y vigor el de aquel muerto.
Como convence ese mudo,
qué elegante aquel desnudo.
Cuanto dormido despierto,
tanto enfermo saludable,
tanta bella abominable,
cuanto hay de timo en lo cierto.
Tanto se amaron odiando,
cuanto quemaron con hielo,
cuantos peces por el cielo,
cuanta liebre navegando.
Una mentira piadosa
o la mas cruel certeza,
pesa más que una losa
y retumba en la cabeza,
hasta amargan las cerezas,
y hace fétidas las rosas.
Y es que creen en lo que dicen,
aún a sabiendas que mienten,
pues al ser uso corriente,
ya es verdad si se repite.
Y es que a fuerza de costumbre,
se nos viene anestesiando,
la sesera cría herrumbre,
y el pensar acomodando.
Nos robaron el criterio,
los cuartos aminorando,
parcela en el cementerio
la tendrás hipotecando.
"Y es que creen en lo que dicen,
ResponderEliminaraún a sabiendas que mienten,
pues al ser uso corriente,
ya es verdad si se repite."
muy bueno