sábado, 26 de mayo de 2007

EL PORQUÉ DE QUÉ

No se hicieron las guitarras
para romper silencios,
sino para engalanarlos,
de oro puro y bramante.
No quiso la voz el grito,
que siempre buscó el canto,
o el susurro cadencioso.
No se amasó el papel
para los contratos,
sino para el verso torpe,
dudado y elegido,
para el personaje
y sus antagonistas,
sus tribulaciones imposibles.
No se hizo la mente para el lucro,
sino para la idea,
una o múltiple,
de todos o de nadie.

1 comentario:

  1. Precisamente a raíz de eso surge la pregunta quizá, cuando se le da otra utilidad distinta a la que debería ser/tener

    ResponderEliminar

Comente si quiere que se publicará si me place.

SIN VERSOS EN LAS YEMAS

Se marchitaron los brotes  de versos en las yemas de estos sarmientos,  gélidos de la nevada,  y el racimo es promesa por incumplir.  No abu...