lunes, 9 de julio de 2007

ESE

A salvo de sus secretos

serenamente soñados

y sentidos en soledades

de semanas seguramente

saturadas de  silencios sordos.

Sin asilo en Sagrado,

sólo en la antesala de lo siniestro,

soliviantado a la suerte,

sorteó los siete sellos

en seguro sacrilegio,

sabedor de la sentencia.

Siete sables

de siete soldados

silbando sangres de suspiros,

ensartando siluetas

 y salpicando sotanas,

de sermón secular.

Sitiado,

sorprendido al asalto,

siervo de su ser,

sometido y santificado

sin señas ni sortilegio,

sumido en los sótanos

suspendido en sedas,

sin saber soltarse del señuelo.

 

 

1 comentario:

  1. Lo entiendo, lo entiendo, la cosa va de "ses". ¿Y eso sin buscar en el diccionario? ¡Pues tiene su mérito!

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