No se hizo el labio
para el golpe,
que el beso
es su don.
Ni la piel
para el negral,
sino para erizarse
bajo caricia.
La mano del hombre
nunca debe ser garra
que debe ser brisa,
calor
y almohada.
¿Entiendes,
bestia inmunda,
que no es la mujer ajuar?
No es dote,
ni saldo,
es vida,
la vida en puro
y a granel.
Vuelve la hoja homicida
y búscate la entraña hueca
si es que es sangre
lo que ansías.
Desahoga la rabia
en tus miserias
y no la toques,
no aparezcas,
no aceches,
no mancilles el nombre
de ser hombre,
más de lo que yá está.
para el golpe,
que el beso
es su don.
Ni la piel
para el negral,
sino para erizarse
bajo caricia.
La mano del hombre
nunca debe ser garra
que debe ser brisa,
calor
y almohada.
¿Entiendes,
bestia inmunda,
que no es la mujer ajuar?
No es dote,
ni saldo,
es vida,
la vida en puro
y a granel.
Vuelve la hoja homicida
y búscate la entraña hueca
si es que es sangre
lo que ansías.
Desahoga la rabia
en tus miserias
y no la toques,
no aparezcas,
no aceches,
no mancilles el nombre
de ser hombre,
más de lo que yá está.
Hoy sólo puedo decirte GRACIAS.
ResponderEliminarNo hay por qué darlas. Era una necesidad.
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