martes, 4 de noviembre de 2008

MARCHANDO

Tiempo hace que la frase
tengo lista,
al punto.
Debidamente tasada
la ración,
emplatada sin adorno.
La frase,
de artículos salteados,
preposiciones
y sustantivos
justos y sustantes,
sin adjetivos especiados,
y el verbo crudo,
duro pero fresco;
la oración,
adobada de sentido
e intenciones frías,
está.
Mas no encuentro
el instante,
rebuscado en bolsillos,
dobladillos,
delantales
forros,
cajones y despensas.
No aparece el minuto,
quizá escondido,
a la espera ingénua
y temerosa
del no acontecer,
del ansiado fin
del festín amargo,
de la cancelación
de la próxima reserva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comente si quiere que se publicará si me place.

SIN VERSOS EN LAS YEMAS

Se marchitaron los brotes  de versos en las yemas de estos sarmientos,  gélidos de la nevada,  y el racimo es promesa por incumplir.  No abu...