Entornaré las puertas
para aliviar murmullos
y ni asentiré
para no crujir el cuello.
Caminaré con paso al roce,
lento y continuo,
sin alterar las brisas.
Lavaré mi cuerpo
en aurora neutra
para matar aromas de vida.
Imperceptible,
evitando despertar
lo inaguantable.
Enguyendo silencios
a destajo.
Más los silencios
se expanden en la entraña
de elasticidad finita.
Mejor casi no ser
que ser fricción
que detone el estallido.
Casi no estar,
casi no ser,
ser o no ser,
ser y no estar.
jueves, 6 de agosto de 2015
Ser y no estar.
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