Planteándome estoy
abandonar el humo,
el humo que fumo
en bocanadas de asfixia.
Clavo ardiendo
que la entraña abrasa,
al que me agarro imbécil,
en compulsión suicida.
Por qué será
que lo nocivo embelesa
y esclaviza.
Tanto daño tiene el aire,
la vida a granel,
que precisamos veneno
para curarnos de existencia.
Quizá sea hoy,
quizá otro día,
que no hay promesa cierta
en voluntad de papel,
mas sé que debo
romper la cadena de cristal
que en marioneta me torna.
Puede que me mate
en diferido,
como la vida mata
pues de vivir se muere,
pero preciso libertad
de autocondena,
ser yo sin alcaloides,
lo único que tengo,
y consumir nubes bajas
sin amarillear los dedos.
abandonar el humo,
el humo que fumo
en bocanadas de asfixia.
Clavo ardiendo
que la entraña abrasa,
al que me agarro imbécil,
en compulsión suicida.
Por qué será
que lo nocivo embelesa
y esclaviza.
Tanto daño tiene el aire,
la vida a granel,
que precisamos veneno
para curarnos de existencia.
Quizá sea hoy,
quizá otro día,
que no hay promesa cierta
en voluntad de papel,
mas sé que debo
romper la cadena de cristal
que en marioneta me torna.
Puede que me mate
en diferido,
como la vida mata
pues de vivir se muere,
pero preciso libertad
de autocondena,
ser yo sin alcaloides,
lo único que tengo,
y consumir nubes bajas
sin amarillear los dedos.
Realmente bueno
ResponderEliminarQuise decir el poema, no el tabaco
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