Café recién hecho,
tú,
mi amigo matinal
que me animas al inicio.
Sólo tú sabes,
aroma denso,
de mis cuitas y miedos,
y me endulzas amargores,
asistido por azúcar.
Levemente aligerado
del negro,
por leche en nube,
acaricias los adentros
para que no se note afuera
el sueño malgastado.
Empapado en tí,
salgo,
apartando las escarchas tardías,
presto a la batalla
que se libra en la rutina.
miércoles, 22 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
SIN VERSOS EN LAS YEMAS
Se marchitaron los brotes de versos en las yemas de estos sarmientos, gélidos de la nevada, y el racimo es promesa por incumplir. No abu...
-
Me llegan cantos de terrón en voz de musgo, en voz de ave que sortea los pentagramas volando desde la entraña para arroparme en el duerm...
-
Entre años raros te despliegas en esplendores de esperanza. Entre meses raros y terminales de nuevas eras te proclamas plena, tú, peque...
-
La hojarasca borra todo el sendero y los árboles no avisan, como intentan los semáforos tras la nevada urbanita. La importancia de las s...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comente si quiere que se publicará si me place.